sábado, 16 de mayo de 2009

TU ERES SUFICIENTE...

Tu eres el perfecto tu. Nadie puede serlo mejor, por mas que lo desee fervientemente. Esto no quiere decir que no tienes el potencial para crecer. Solo quiere decir que no compites con nadie mas. Cuando aceptes que tienes todo lo necesario para sentirte pleno, te podras liberar de una identidad inventada y artificial. Para lograr ser alguien que no eres consumes cantidades increibles de energia que podrian utilizarse en una actividad mas productiva.
El mensaje es simple ya que eres unico en tu especie. Tienes algo que ofrecer que nadie mas puede lograr. No darle importancia a esto no solo sera una tragedia para ti, sino tambien para el resto del mundo.

Leo Buscaglia.

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El perdon empieza donde termina la culpa...

El otro dia observe a dos niños que discutian sobre cosas insignificantes, como generelmente lo hacemos. El dialogo era mas o menos el siguiente:
- Eres un estupido!
- No tan estupido como tu!
- Ah... ¿si? eso es lo que crees.
Despues de terminar la discusion, siguieron caminos separados. Cuando regrese a lugar no mas de diez minutos mas tarde, estaban jugando juntos otra vez y se habian olvidado de todo. Nada de reproches, ni egos heridos, ni culpas, ni rastros del pasado. Ya habia terminado todo, fue simplemente un intercambio breve y honesto de enojos, seguido de un tiempo para enfriarse, que inclusive fue mas corto, y ya habian olvidado todo.
Sin duda, los niños perdonan mucho mas que los adultos. En algun momento del proceso de crecimiento nos convertimos en expertos en guardar rencores, acunar egos fragiles y no perdonar. Desarrollamos recuerdos filosos como una navaja de errrores del pasado y lo vamos acumulando para luego utilizarlos como municiones. Nos convertimos en discutidores habilidosos con un sentido inconmovible de lo que esta bien. Nos proponemos ganar cada batalla y, si no lo hacemos, comenzamos de inmediato a preparar la venganza.
El perdon solo llega cuando podemos identificarnos con los demas y admitir nuestra propia imperfeccion y la misma capacidad para hacer el mal.

Leo Buscaglia.