sábado, 23 de mayo de 2009

Héctor Tizón


Héctor Tizón nació el 21 de octubre de 1929 en Yala, provincia de Jujuy. Fue abogado, periodista, diplomático, exiliado y regresado. Por estos días es Juez de la Corte Suprema en su provincia natal y uno de los mejores escritores de lengua española. Ha viajado largamente por el mundo; como diplomático de 1958 a 1962, como exiliado de 1976 a 1982. Vivió en México, París, Milán y Madrid, pero "su lugar en el mundo", al que vuelve una y otra vez, es Yala, Jujuy. Su primer libro fue publicado en México en 1960, A un costado de los rieles. Parte de su obra, siempre fiel a sus raíces y su lugar de origen con sus mitos e historias, ha sido traducida al francés, inglés, ruso, polaco y alemán. A su actividad profesional como juez y escritor, le suma también el de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, "cargo" que le otorgara el gobierno francés recientemente.

Entre sus obras:


*A un costado de los rieles (1960)
*Fuego en Casabindo (1969)
*El cantar del profeta y el bandido (1972)
*El jactancioso y la bella (1972)
*Sota de bastos, caballo de espadas (1975)
*El traidor venerado (1978)
*La casa y el viento (1984)
*Recuento (1984) (antología personal)
*El hombre que llegó a un pueblo (1988)
*El gallo blanco (1992)
*Luz de las crueles provincias (1995)
*La mujer de Strasser (1997)
*Obra completa (1998)
*Extraño y pálido fulgor (1999)


* La belleza del mundo (2007)


http://www.clarin.com/diario/2006/08/10/fotos/t043dh02.jpg

http://www.autoresdeargentina.com/contenidos/biografias/tizon.aspx

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El perdon empieza donde termina la culpa...

El otro dia observe a dos niños que discutian sobre cosas insignificantes, como generelmente lo hacemos. El dialogo era mas o menos el siguiente:
- Eres un estupido!
- No tan estupido como tu!
- Ah... ¿si? eso es lo que crees.
Despues de terminar la discusion, siguieron caminos separados. Cuando regrese a lugar no mas de diez minutos mas tarde, estaban jugando juntos otra vez y se habian olvidado de todo. Nada de reproches, ni egos heridos, ni culpas, ni rastros del pasado. Ya habia terminado todo, fue simplemente un intercambio breve y honesto de enojos, seguido de un tiempo para enfriarse, que inclusive fue mas corto, y ya habian olvidado todo.
Sin duda, los niños perdonan mucho mas que los adultos. En algun momento del proceso de crecimiento nos convertimos en expertos en guardar rencores, acunar egos fragiles y no perdonar. Desarrollamos recuerdos filosos como una navaja de errrores del pasado y lo vamos acumulando para luego utilizarlos como municiones. Nos convertimos en discutidores habilidosos con un sentido inconmovible de lo que esta bien. Nos proponemos ganar cada batalla y, si no lo hacemos, comenzamos de inmediato a preparar la venganza.
El perdon solo llega cuando podemos identificarnos con los demas y admitir nuestra propia imperfeccion y la misma capacidad para hacer el mal.

Leo Buscaglia.